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En medio de la campaña electoral, el debate sobre la estrategia antidrogas se intensifica entre los principales candidatos.
En el tramo final de la campaña electoral para la segunda vuelta del 19 de octubre, el candidato presidencial de la Alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, planteó restablecer la cooperación con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) como parte de una estrategia internacional para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Quiroga propuso además convenios con países vecinos y agencias extranjeras para enfrentar el crimen transnacional.
La propuesta generó una fuerte reacción por parte del Movimiento Al Socialismo (MAS), que rechazó la posible reanudación de la presencia de la DEA en Bolivia. El diputado Zacarías Laura recordó episodios de violencia vinculados a la agencia durante años anteriores, en particular en el Trópico de Cochabamba, y advirtió que la medida podría implicar incluso la instalación de bases militares extranjeras.
Otro legislador oficialista, Andrés Flores, recordó que la Constitución prohíbe la entrada de militares extranjeros.
La DEA operó en Bolivia desde 1964 hasta su expulsión en noviembre de 2008 por el gobierno de Evo Morales, acusado de espionaje y conspiración.