Ana María Romero de Campero o Ana Mar como la llamaban sus allegados.Paceña, nació el 29 de junio de 1941. Una mujer destacable en el ámbito periodístico y político a continuación le mostramos su huella en la historia boliviana, recordando su vida como merecido homenaje.
Fue periodista, trabajando en prestigiosos medios de comunicación como el periódico “El Diario”, “Presencia” en compañía de Huascar Cajías y la Agencia de Noticias Fides. Además fue presidenta dd la Asociación se Periodistas de La Paz y de la Asociación Nacional de prensa (ANP).
Trabajó como Ministra de Prensa e Información en 1979 en el Gobierno de Walter Guevara, cuando asumió ese cargo siempre actuó como resistencia democrática a los golpes militares.
Tuvo un sentido de protección actuando siempre a favor de los Derechos Humanos, llegando a ser muy querida en diferentes regiones del país. Siguiendo estas acciones se convirtió en la primera Defensora del Pueblo el año 1998.
Elegida por el Congreso Boliviano, acercándose a los sectores más desfavorecidos, ejerció el cargo hasta 2003.
Como activista siempre se hizo presente ante el atropello de los Gobiernos, como pasó en 2003 cuando encabezó una huelga de hambre en compañía de dirigentes indigenas, maestros, sindicalistas. A causa de la represión que sufrió el pueblo alteño por la “Guerra del Gas” en el Gobierno de Sánchez de Lozada.
En 2009, la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) la invitó a postularse para ocupar un puesto en el Senado Departamental, en las elecciones de dicho año. Fue nominada en las listas del MAS como candidata independiente, siendo electa, llegando ser Presidenta del Senado el 2010.
Escribió variedad de artículos, reportajes periodísticos y libros como : “Ni todos, ni tan santos, crónicas del poder”, “País intimo” y “Cables Cruzados”. Debido a su larga trayectoria luchando por causas justas fue acreedora de reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional.
Falleció un 25 de octubre de 2010, donde el Gobierno Boliviano declaró duelo de siete días e iza de banderas con listones negro en los edificios estatales en su honor.
Es así como “Ana Mar” trascendió en la historia de nuestro país, siendo un ejemplo de fortaleza y humildad para todas las mujeres bolivianas.