Francia se cierra a partir de este domingo de forma casi hermética a los países exteriores a la Unión Europea (UE); debido a que sus datos epidémicos, aun siendo preocupantes, le permiten todavía esperar que puede evitar un tercer confinamiento, o al menos retrasarlo.
Bruno Le Maire Ministro de Economía informó, que 396 galerías comerciales tendrán que bajar la persiana en nombre de la limitación de concentraciones de personas. En total unos 25.000 las tiendas que podrán acogerse a los dispositivos de subvenciones.
Jean Castex primer Ministro señaló, el viernes por la noche de anunciar que -en contra de lo que habían dado a entender otros miembros de su Gobierno durante la semana- no habrá un nuevo confinamiento, cuando menos no de forma inmediata.
En cuanto a los desplazamientos desde otros países del Espacio Europeo (UE, Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, el Vaticano y Suiza). No estarán condicionados a un “motivo imperioso” pero sí que habrá que hacerse una prueba PCR.
No hay obligación de cumplir un confinamiento, pero “está fuertemente recomendado aislarse durante siete días”, según el Ministerio de Exteriores en su página de consejos a los viajeros.
Para salvaguardar sin grandes perturbaciones el funcionamiento del Mercado Único quedarán exonerados los camioneros y los trabajadores transfronterizos que deben cruzar todos los días de un país a otro (hay 350.000 en Francia).
Otro de los anuncios del primer Ministro fue el endurecimiento de la acción policial para hacer respetar todas las medidas de restricción porque “las derivas de unos pocos no pueden arruinar los esfuerzos de todos”.
Añadió, desde que terminó el segundo confinamiento el 15 de diciembre hasta este viernes, las fuerzas del orden habían hecho 1.678.233 controles por el respeto del toque de queda nocturno (entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana desde el 16 de enero) y eso ha dado lugar a 145.465 multas. Las sanciones para los infractores son de 135 euros, que en caso de reincidir tres o más veces en un mes pasan a 3.750 euros.
Para reducir los desplazamientos cotidianos, el Gobierno quiere que las empresas recurran más masivamente al teletrabajo y para ello el lunes comienza una concertación con los interlocutores sociales.