Tercer día de carnavales en Bolivia tiene, una de las celebraciones más coloridas. El martes de Ch’alla es una tradición andina que al transcurrir del tiempo se extendió por todo el país, generando momentos de compartimiento entre las familias.
“Se trata de un acto espiritual que se materializa fundamentalmente en la ofrenda de la bebida, de la comida, de la música de la Pachamama, un tiempo de agradecimiento a la Madre Tierra”, explicó el sociólogo David Quispe en una entrevista ofrecida al programa ‘Todo a Pulmón’ de Cadena A.
La k’oa, en la que se ofrece una mesa dulce que es consumida por el fuego, no puede faltar en la celebración. Está conformada de elementos vegetales, incienso, cebo de la llama, minerales, dulces y otros similares.
Este año, una gran mayoría de las personas lo hicieron con la esperanza de que la situación económica cambie, uno de los grandes deseos es que la pandemia termine y no falte la salud en sus hogares.
El sociólogo David Quispe, aseguró que fuera del ritualismo, la práctica de la Ch’alla deja una enseñanza sobre el reencuentro con la naturaleza y su reconocimiento porque “la Pachamama no da así no más, la Pachamama pare con esfuerzo y hay que reconocerla”.
“Aquí hay una aprendizaje profundo porque nos olvidamos del cuidado que merece la naturaleza y este tipo de prácticas nos enseñan un reencuentro con la naturaleza”, refirió Quispe.