Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra cada 21 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) enfatizó que cada dos semanas muere una lengua en el mundo y, en consecuencia, un fragmento de la historia humana se pierde y se reduce el patrimonio cultural.
El Día Internacional de la Lengua Materna fue creado a partir de una iniciativa de Bangladesh y posteriormente fue aprobado en la Conferencia General de la UNESCO DE 1999 y, desde entonces, se acata a nivel global desde el año 2000.
“La lengua es mucho más que un medio de comunicación: es la condición misma de nuestra humanidad. En ella se sedimentan nuestros valores, nuestras creencias, nuestra identidad. Gracias a ella se transmiten nuestras experiencias, nuestras tradiciones y nuestros saberes. La diversidad de lenguas refleja la riqueza irreductible de nuestros imaginarios y de nuestros modos de vida “, sostuvo la Directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
Uno de las razones que impulsan el decadente panorama es el hecho de que más del 40% de los habitantes del planeta no pueden acceder a una instrucción en la lengua que hablan o comprenden. Esto justifica la celebración de esta fecha, pues es un recordatorio anual de que los educadores y las familias muestren compromiso con la educación multilingüe.