Sanna Marin, Primera Ministra finlandesa, anunció este jueves, que “las medidas previamente disponibles en Finlandia por la Covid-19 ya no son suficientes para controlar la situación”, por que se avanzó en la iniciativa de un “lock down” en el país.
En el mundo, Finlandia es uno de los países con menos afectados por la COVID-19, con 55.000 contagiados y 737 fallecidos desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, la situación puede estar cambiando, puesto que se ha registrado un mayor número de contagios en la última semana, las autoridades sanitarias reportaron 62 casos por 100 mil habitantes. Esto podría estar vinculado con las mutaciones del SARS-CoV-2, que aumentan la cantidad de infecciones causadas por él mismo y facilita su transmisión.
Algunas de las medidas que se planean implementar incluyen el cierre de bares y restaurantes, de tal forma que sólo puedan operar por entregas. Además, estudiantes finlandeses de cursos secundarios (desde los 13 años) tendrán que regresar a la educación remota.
El país nórdico había vuelto a la modalidad de clases presenciales para cursos superiores con las medidas de bioseguridad necesarias. Sin embargo, Anna-Maja Henriksson, Ministra de Justicia, aclaró que por ahora no hay intención de restringir viajes entre regiones finlandesas.