El análisis de esta tormenta solar, ocurrida en 2019, ayudará a averiguar si los mundos alrededor de enanas rojas pueden o no albergar vida.
Hace dos años, en 2019, Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, registró un intenso episodio de violenta actividad. No es algo extraño para este tipo de estrellas, pero en esta ocasión la pequeña enana roja se desató.
De hecho, sorprendió a todos con una erupción de tal furia e intensidad que pulverizó todos los registros anteriores. Ni siquiera el Sol, mucho más grande y brillante, tendría fácil superar la magnitud de ese evento, cuyo análisis detallado acaba de aparecer en un artículo publicado en ‘ The Astrophysical Journal Letters’.
Próxima Centauri es ocho veces menos masiva que el Sol y su luminosidad es apenas un 0,17% de la que exhibe nuestra estrella.