Los países más industrializados del mundo prometieron mil millones de dosis de vacunas anti COVID-19 a los más pobres durante la cumbre del G7, un volumen considerado insuficiente por sus críticos, que atribuyen la penuria al acaparamiento de Occidente.
Una cuarta parte de los 2.295 millones de dosis administradas en el planeta hasta ahora fue en las naciones del G7, que representan solamente el 10% de los pobladores del mundo.
En un entorno de escasez, estas dosis no van a los trabajadores sanitarios ni a las personas vulnerables en las naciones con menos reservas.
En el planeta, se han administrado 29,45 dosis por cada 100 pobladores, sin embargo de forma desigual: 2,8 dosis por cada 100 habitantes en África, contra 73 en las naciones del G7.
La Organización Mundial de la Salud solicitó esta semana a los productores que pongan a disposición de Covax la mitad de la producción de dosis anti coronavirus este año.