En un intento desesperado por escapar de Kabul después de que las fuerzas del Talibán tomaron el control de la capital, centenares de afganos aterrorizados, que ya habían recibido autorización para abandonar el país, lograron entrar en la rampa semiabierta del avión.
En lugar de obligarlos a salir, la tripulación decidió despegar.
Según Defense One, un sitio estadounidense de noticias de defensa y seguridad, indicaron que alrededor de 640 personas estaban a bordo del Globemaster III C-17, muchas más de su capacidad indicada.
El vuelo no tenía planeado llevar una carga tan grande, pero algunos afganos aterrorizados se subieron a la rampa semiabierta del C-17, informó Defense One.