Autoridades brasileñas investigan un experimento irregular que tenía por objetivo el probar la eficacia de la proxalutamida, un medicamento experimental contra el cáncer.
Comisión Nacional de Ética en la Investigación (CONEP) denunció un experimento realizado a pacientes con COVID-19 e instó a la Fiscalía a iniciar con la investigación.
Presuntamente el estudio, a pesar de haber sido aprobado, no contaba con ninguno de los requisitos. De forma inicial iban a ser 294 personas voluntarias las que formarían parte del estudio de prueba; sin embargo, sin autorización fueron 645 personas las que fueron parte de la prueba.
Además que la prueba debía ser implantada a personas voluntarias con COVID – 19 leve y se corroboró que los pacientes fallecidos contaban con enfermedades como insuficiencia renal y hepática que los jerarquiza en la enfermedad a un nivel grave.
La prueba fue realizada por el endocrino Flavio Cadegiani, quien indica que las aseveraciones de la CONEP son distorsionadas y también de carácter político ya que como precedente Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil estaba de acuerdo con el uso del fármaco.
Indicó además que a los pacientes fallecidos se les habría dado un placebo y no así proxalutamida, por lo que su deceso se debió únicamente como causa de la COVID – 19.
Jorge Venancio, coordinador de la Conep, a partir de la respuesta de Cadegiani indicó que de ser verdad habría cometido una falta de omisión: ‘No se puede observar pasivamente a tantas personas muriendo y no tomar medidas‘, aseveró Venancio.