Ariel Heredia, médico coloproctólogo boliviano, afirma que la ostomía es una terapéutica que tiene el propósito de llevar hacia el exterior partes del órgano, como el intestino delgado, el intestino grueso o el aparato urinaria.
Además estas operaciones pueden tener múltiples causas, desde la enfermedad de Chagas, un tratamiento temporal, acumulación de materia fecal hasta algún tipo de cáncer.
“La ostomía puede aplicarse en niños, jóvenes y adultos. El mayor rango, sin embargo, es en la edad media y adulta y muchas veces con patologías comprometedoras. En Bolivia no existe una distinción de género, pero en Latinoamérica se registra mayor cantidad de casos en pacientes del sexo masculino”, indica Heredia.
Un grupo de investigadores mediante indagaciones de la Revista Médica, indican que: “vivir las 24 horas del día conectado a una bolsa de colostomía repercute en todos los aspectos de la vida del paciente (…).Por eso el paciente necesita apoyo multidisciplinario desde la parte perioperatoria, la terapia individualizada que se enfoquen a aceptar la nueva condición”.
Asimismo, a través de esta Revista, explican que los pacientes ostomizados que viven esta realidad, afrontan tres comportamientos en los que: “tratan de evitar su condición, lo niegan y se vuelven pacientes dependientes y otros que buscan el lado positivo para, por ejemplo, unificar aún más los vínculos familiares”.
Entre los desafíos que enfrenta un paciente ostomizado están:
1. Se readecua la ropa y la imagen corporal: debido al uso de equipo recolector, las personas ostomizadas tienen que modificar el modo de vestir, utilizando, ya sea vestidos o poleras largas y anchas con el fin de ocultar el uso de equipo recolector.
2. Cambios en la intimidad y la vida sexual: las personas con ostomías, tienen diversos cambios en su vida íntima. « Estos cambios, sin duda, generan situaciones de estrés, conflictos en parejas que deberían incluirse en un proceso de adaptación».
3. Nuevos hábitos alimentarios para evitar problemas digestivos: los pacientes ostomizados aprenden a controlar sus alimentos con rigurosidad, absteniéndose de algunas comidas; como las verduras crudas o cocidas, carne de cerdo, leche pura, huevo, pescado, frituras, azúcar y bebidas gaseosas, entre otros.
4. Restringen el tiempo de interrelación con otras personas: las relaciones sociales de los pacientes ostomizados fuera del domicilio, generan sentimientos de inseguridad en ellos, mismos que son provocados por el temor a que suene, a que se llene la bolsa colectora, a que pueda salirse parte del contenido o a que se desprenda del cuerpo, pudiendo comprometer la reinserción social.
“Es necesario promover que las personas que miran de manera rara a un paciente ostomizado es porque no conocen de esta terapéutica (…).Si cambiamos la manera de ver un paciente, sin duda, cambiaremos su forma de afrontar la nueva realidad”, expresó en Revista Médica.