Malick Ndiaye es un niño de Senegal quien a partir de la creación de un telescopio casero se volvió toda una celebridad.
Ndiaye tenía 8 años cuando empezó a interesarse por la astronomía, a esa edad ya podía identificar Sirio, Betelgeuse o Aldebarán. Su padre fue chófer de Abdou Diouf, ex presidente de Senegal. Diouf regaló al padre de Malick un libro llamado “Todo el universo”. Desde entonces, se volvió el libro favorito del niño, el prefería pasar el tiempo leyendo que haciendo otras actividades.
A los 13 años a partir de su curiosidad por las estrellas y el cielo, durante dos semanas, Malick construyó un telescopio con unas viejas gafas de miope de su padre, la lente de una cámara, papel, alambre, caña y latas. Fue cuando un hombre extraño lo vio y pregunto si el instrumento correspondía a topografía, el niño dijo que no y le contó que él mismo la había fabricado. En ese momento el hombre extraño le tomo fotos y la subió a las redes, Ndiaye se convirtió en una celebridad.
La historia de Malick llegó a Maram Kaire, presidente de la Asociación Senegalesa para la Promoción de la Astronomía (ASPA). El profesor relata: “Me llegaron mensajes desde todos lados. Cuando pude ver el vídeo me recordó a mí mismo cuando era chaval y pensé en todos los esfuerzos que hacemos para divulgar esta ciencia. No dudé en reaccionar porque sé lo difícil que es contemplar las estrellas sin un instrumento adecuado, tener una pasión y no poder desarrollarla”.
En la actualidad Malick colabora con la NASA y desarrolla actividades para que jóvenes en Senegal se interesen por la Astronomía. Fruto de su trabajo un asteroide situado entre Marte y Júpiter fueron bautizados con su nombre.