La semana pasada se descubrió en Sudáfrica una nueva variante de coronavirus, B.1.1.529, llamada también Omicrón. La infección ya se la encontró en los países Alemania, Canadá, Gran Bretaña, Israel y Portugal. Muchos países están actuando para evitar que ingrese la misma a sus regiones.
Organización Mundial de la Salud indicó que la variante Omicrón lleva un riesgo muy alto de aumento repentino de la infección.
Distintas aerolíneas frenaron sus viajes desde el Sur de África por temor a su la expansión de la variante.
En América, Joe Biden, Presidente de Estados Unidos, pidió a la población no entrar en pánico, insto a las autoridades correspondientes a bloquear la entrada de visitantes de ocho países del Sur de África; El Gobierno de México, en cambio, descartó restricciones justificando que no hay evidencia de que el mutante sea más peligroso que otros; Brasil prohibió vuelos desde 6 países de África.
En Europa restringieron el ingreso a extranjeros de Sudáfrica. En Alemania únicamente permiten el inserto de alemanes o residentes en Alemania. Los mismos, pese a estar vacunados, deben estar en cuarentena durante 14 días.
En Asia, Japón e Israel tomaron la drástica medida de restringir el ingreso de extranjeros, no importa de que región del mundo provengan.
En Oceanía, Australia también detecto la variante Omicrón. Extranjeros que hayan estado en Sudáfrica, Lesotho, Suazilandia, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Seychelles, Mozambique o Malawi en los últimos 14 días no pueden ingresar al país.
En África, Angola, Egipto, Mauricio y Ruanda impusieron restricciones de viajes a Sudáfrica.