Los primeros días del torneo estuvieron marcados por partidos sin demasiadas emociones y escenarios casi sin espectadores.
La realización de la Copa Africana de Naciones (CAN) era ansiada por los cameruneses, que habían sido anfitriones del certamen por última vez en 1972. El país debía recibir la cita de 2019, pero esta le fue retirada por no haber cumplido a tiempo con las obras de infraestructura necesarias; aun así, se le adjudicó la de 2021, que se reprogramó para inicios de 2022 por la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, el entusiasmo general ha chocado con dos grandes obstáculos en la primera semana: la imagen de estadios imponentes semi vacíos y la falta de goles, ambos hechos que comienzan a mostrar indicios de torcerse.
Autoridades nacionales han hecho varios llamados para que la gente acompañe los encuentros. Y adoptaron una medida particular: desde el lunes 17 de enero y hasta el 4 de febrero, el horario escolar se extenderá de 7:30 a 13 horas, mientras que las actividades profesionales se realizarán de 7:30 a 14. Una decisión que busca liberar a las personas para que asistan a los estadios, aunque se presume insuficiente.
Por su parte, gobiernos regionales y locales también han comenzado a implementar acciones para facilitar el transporte de las personas a los estadios. Los primeros resultados comenzaron a verse en los encuentros de la segunda fecha, que mostraron una mejor concurrencia.