Presupuesto General del Estado (PGE) 2022 perfila un crecimiento económico en torno a 5,1% por la dinamización que impulsará la inversión pública, la tasa de inflación estará en 3,4% lo que garantiza la estabilidad de precios de la canasta familiar y las transferencias a los gobiernos locales se incrementarán en 4,7% con relación a 2021. Con estos indicadores se proyecta una estabilidad económica con la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP).
Ante el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para esta gestión se proyecta que alcance a 5,1%, principalmente por la inversión pública que dinamizará la demanda interna.
En gestiones anteriores, distintos Organismos Internacionales proyectaban tasas de crecimiento inferiores para Bolivia, pero la evidencia empírica muestra que estas siempre subestimaron la capacidad de la economía boliviana desde la implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
Los ingresos tributarios registrarán un incremento de 15% producto de un mayor dinamismo de la economía y no de una mayor presión fiscal, porque si bien en 2020 varias empresas privadas se vieron afectadas en su funcionamiento por políticas desacertadas y muchas de ellas incluso cerraron, en 2021 esta situación comenzó a revertirse debido a las políticas de reconstrucción y reactivación, y al comienzo de la vacunación masiva. Para 2022, se espera un mejor comportamiento de la producción y ventas.
PGE 2022 proyecta un superávit corriente (ingresos corrientes mayores a los gastos corrientes) que expone la continuidad de las políticas de austeridad implementadas en 2021. Por su parte, el déficit fiscal presupuestado de 8,0% del Producto Interno Bruto (PIB), es inferior al proyectado para 2021 de 9,7%, y se genera por la inversión pública. En este contexto, el déficit no es por gastos corrientes del sector público, sino por el financiamiento de proyectos de inversión que permiten ampliar la capacidad productiva, infraestructura social (escuelas, hospitales), y caminera que facilita el traslado de la población y la producción.
Por otro lado, el Gobierno Nacional viene trabajando en la política de sustitución de importaciones que permitirán reducir la subvención a los hidrocarburos en el mediano y largo plazo.