U-Report de UNICEF realizó un sondeo de opinión el cual revela que 8 de cada 10 adolescentes sintieron angustia, depresión y ansiedad a causa de los nuevos cambios producto de la pandemia por COVID-19, pero no buscaron ayuda.
El 75% de los que indicaron tener estas sensaciones y afecciones indicaron que no buscaron alguna solución a los mismos. Del total de adolescentes y jóvenes consultados, el 61 % no sabe a quién recurrir en caso de tener alguna afección psicoemocional, el 39 % sí sabe.
Las principales justificaciones de los encuestados para no haber buscado ayuda son: “lo podían solucionar solos” (44 %); “temor a la exposición y/o vergüenza de ser juzgado” (13 %); costo económico (9%); y por la poca confianza a servicios de apoyo emocional, etc.
44% respondió “porque lo podían solucionar solos”, 13% por “temor a la exposición y/o vergüenza de ser juzgado”, 9% por el costo económico que podría significar esa atención, y 6% por la poca confianza que tienen a los servicios de apoyo emocional, entre otras respuestas.
Una de las consecuencias principales de la ansiedad, que sufrieron los encuestados, fue el insomnio.
UNICEF cuenta con el servicio Familia Segura, una línea gratuita que brinda apoyo psico-emocional a niños, niñas y adolescentes, jóvenes, mujeres y población en general para prevenir violencia y canalizar denuncias. 800-11-3040.