Un policía estadounidense fue condenado a un año de prisión y a más de cuatro de libertad condicional por haber matado a un perro, además de mentir sobre las circunstancias de la muerte del animal.
Acusado de “actos de tortura a un perro”, Richard Chinappi se declaró culpable en noviembre y conoció la sentencia el viernes, durante una audiencia en un tribunal del estado de Virginia, según documentos judiciales.
Autopsia realizada al perro reveló que murió de disparos de fusil a quemarropa, lo cual contradecía su versión de los hechos. La investigación también reveló que había rastros de sangre en la cocina.