Macron, llegó a la Presidencia de la República Francesa en 2017, al frente de un movimiento de nuevo cuño reconvertido en partido político. La República en Marcha y con un proyecto que arrastró votos a derecha e izquierda del espectro electoral.
El pasado 3 de marzo, a punto de cerrarse el plazo el líder liberal (Emmanuel Macron) hizo público lo que ya era un secreto a voces y confirmó que quería seguir como presidente de Francia. Presentándose a un nuevo mandato, que aspiraría a otros cinco años en el Elíseo.
La guerra entre Rusia y Ucrania a destacado medidas como el aumento de gasto militar, o una independencia energética. Protagonizando a la energía nuclear y una progresiva implantación de proyectos de energía solar y eólica, en aras también de la prometida neutralidad de carbono prevista para 2050.
Macron aspira a tener “una nación más independiente en una Europa más fuerte”, como enfatizó en un discurso a mediados de marzo. Poniendo sobre la mesa algunas de las promesas que están llamadas a marcar su hipotético segundo mandato.