Papa Francisco, celebró el Jueves Santo el tradicional Lavado de pies en la cárcel de Civitavecchia, a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma.
“El papa Francisco repitió el gesto de Jesús durante la Última Cena, cuando el Señor lavó los pies a sus discípulos como signo de amor y de servicio e impulsado por las vejaciones, a 12 detenidos, hombres y mujeres, entre ellos personas de diferentes edades y de diferente nacionalidad”, indicó en un comunicado la Santa Sede.
A dos años marcados por la pandemia, el Papa realizó este acto a detenidos y conmemoró el calvario y la muerte de Jesús en la cruz dentro de los muros del Vaticano, sin las multitudes de fieles que solían asistir a esos actos.
Asimismo Francisco presidirá este viernes (15/abr) en el Coliseo Romano, el símbolo del martirio de los cristianos y el Viacrucis nocturno.