A comienzos del 2022 se publicó un estudio en la revista científica Environment International con unos resultados que confirmaban la omnipresencia de los microplásticos. Esta vez con proporciones elevadas en el torrente sanguíneo de veintidós donantes.
Según la investigación los más habituales eran polímeros PET, derivados principalmente de botellas de plástico. Por suerte, nuevos avances científicos abren la puerta a paliar la presencia de microplásticos en el agua.
Antes de nada, los microplásticos son aquellos fragmentos de plásticos con un tamaño inferior a cinco milímetros. Además de los polímeros primarios, los microplásticos suelen contener aditivos funcionales que podrían comportar riesgos para la salud.