El pasado jueves (26/May) en Madrid el Congreso de los Diputados convirtió en ley la demanda del movimiento feminista de que sólo sí es sí. Nada más anunciar Meritxell Batet el resultado de la votación, las ministras Irene Montero e Ione Belarra se abrazan junto con la bancada de Unidas Podemos.
La esperada victoria del feminismo despierta dos reacciones emocionales diferentes en un Gobierno que presume de practicarlo. Los socialistas no quieren esconder su malestar por no haber incluido en la norma su impronta abolicionista.
“Sólo sí es sí” y “no es abuso es violación” han sido gritos unánimes en el feminismo español, así como dos medidas que los socios del Gobierno de coalición se comprometieron a recoger en el Código Penal.