Continua la guerra entre Rusia y Ucrania, y han surgido nuevos temores. Como la frontera de Estonia con Rusia que corre a lo largo de un lago, se cree que la probabilidad de cualquier futura invasión de Moscú suceda aquí o más al sur, cerca de Letonia.
Narva es un lugar extraño, casi una aberración. Queda en el extremo más lejano del flanco oriental de la OTAN y es la tercera ciudad de Estonia, pero el 97% de sus casi 60.000 habitantes hablan ruso, lo que la hace la mayor ciudad ruso hablante en la Unión Europea.
Un puente vehicular atraviesa el río Narva, con altas vallas metálicas y alambrado de púas a lado y lado y puestos aduaneros en cada extremo. Es un superintendente de la policía fronteriza, y en el otro extremo la carretera donde está pintada una sencilla línea roja en la vía.