Kiev culpa a Rusia de un ajuste de cuentas tras la expulsión de la isla de la Serpiente.
Tras el ataque con misiles, en el que 21 civiles perdieron la vida y 30 resultaron heridos en Srerhiivka; en el óblast de Odesa, duras son las acusaciones ucranianas en contra de Rusia.
Dicho bombardeo tuvo lugar la madrugada de este viernes el cual alcanzó un edificio y dos centros de recreo. Kiev afirma que se trata de una venganza por parte de las tropas rusas, éstas tras ser expulsadas de la estratégica Isla de la Serpiente.
Según el portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa no atacan a civiles ni lugares de infraestructura civil en el curso de la operación militar especial.
Hasta el momento hay intensos combates en la zona de la refinería, que al parecer las tropas rusas ya controlan parcialmente, mientras que las fuerzas ucranianas intentan convencer a los pocos habitantes que quedan; abandonar el estado, porque esas casas pronto serán una zona de combate.