Militante de Lula Da Silva, Ex Presidente de Brasil, fue asesinado a tiros por un policía bolsonarista. Este hecho conmocionó a la política brasileña que atribuye el crimen a un clima de intolerancia y odio que vive el gigante sudamericano a tres mese de las elecciones presidenciales.
El hecho ocurrió la madrugada del domingo 10 de julio en Foz de Iguaçu, localidad fronteriza con Argentina y Paraguay, cuando un agente penitenciario, seguidor Jair Bolsonaro, irrumpió en la fiesta de cumpleaños de Marcelo Arruda y abrió fuego contra éste por su militancia, según informó la Policía.
Arruda, guardia municipal y uno de los líderes del Partido de los Trabajadores (PT) en Foz de Iguaçu, conmemoraba su cumpleaños en compañía de amigos y familiares con una fiesta temática sobre Lula y el PT, en la sede de la Asociación Deportiva Salud Física de Itaipú.
Por su parte, Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil, recuperó un mensaje que publicó en 2018, año en el que fue acuchillado durante un acto de campaña, en el que expresa su rechazo a “quien practica violencia contra opositores”, pero al mismo tiempo acusó a la izquierda de tener “un historial innegable de episodios violentos” y de “descontextualizar” las palabras del actual mandatario.