El ser humano moderno a comprobado que lejos de limitarse al dolor de muelas y encías, nuestra salud bucal afecta todo, desde nuestra dieta hasta nuestro bienestar general y riesgo de muerte por cualquier causa en un año determinado.
Esto es porque las enfermedades de la boca no siempre se quedan en la boca. Se está empezando a ver que hay un estrecho vínculo entre la salud bucal y algunas de las enfermedades más apremiantes del mundo, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el alzheimer, lo que subraya el papel de la boca como espejo de la salud y la enfermedad, y como centinela de nuestro bienestar general.
Desafortunadamente, quizás la característica más reveladora de la salud oral es la que se ignora con mayor frecuencia.