Portugal ha registrado en la última semana, entre los días 7 y 13 de julio 238 fallecimientos sobre la media habitual en este periodo. Las autoridades sanitarias de ese país atribuyen este aumento de cifras a la ola de calor que sufre la región europea.
“Las temperaturas extremas del aire, como las que se han producido en los últimos días (máximas y mínimas) tienen un potencial impacto conocido en la salud, como consecuencia de la deshidratación, descompensación o enfermedades crónicas, entre otros factores”, ha señalado la Dirección General de Salud portuguesa (DGS).
El Índice Alerta ÍCARO, instrumento que observa el efecto de los factores climáticos en la salud humana, alcanzó este jueves el valor de 1,28, y una cifra superior a 1, como ha recordado la DGS, se traduce en un “efecto significativo en la mortalidad” provocada por la ola de calor.
El país batió este martes un récord de temperaturas, con una máxima de 47 grados registrados en Pinhão-Santa Barbara (Viseu), según el último informe del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA). Debido a las temperaturas extremas, se mantiene la alerta roja en cinco distritos del interior del país.