Estados Unidos usará los datos privados de las usuarias de redes sociales para intervenir en actividades ilegales como el activismo al proaborto. Nebraska, donde Celeste Burgess, de 18 años, fue imputada por interrumpir su embarazo. Su madre, Jessica, quien también fue imputada. Las conversaciones de Facebook Messenger fueron claves para que la fiscalía de dicho estado formulara los cargos.
La investigación comenzó en abril, luego de que una supuesta amiga de Burgess le contó a la policía que la había visto tomar la píldora abortiva. Tras dos meses de investigación, la fiscalía acusó a las Burgess, madre e hija, de un delito grave: sustracción o abandono de un cuerpo.
“Una píldora frena las hormonas y luego tienes que esperar 24 horas para tomar la segunda. Acuérdate de que quemamos las pruebas cuando todo esté fuera”, le dice Burgess a su hija.