Este viernes 27 de enero, la Unión Europea, formalizó una nueva prórroga de seis meses las sanciones económicas que impone a Rusia por sus acciones desestabilizadoras contra Ucrania.
De este modo, la UE completó este paquete económico con medidas sectoriales, incluidas restricciones al comercio, las finanzas, la tecnología, la industria, el transporte o los bienes de lujo.
Entre las sanciones incorporadas más tarde figuran, por ejemplo, el veto a las importaciones o transporte de petróleo ruso a la UE, la desconexión de una decena de bancos rusos del sistema internacional de transferencias Swift y la retirada de licencias a varios medios de comunicación considerados instrumentos de propaganda de Moscú.
Además de las sanciones económicas, la UE ha implementado otras sanciones como las restricciones a las relaciones económicas con los territorios “anexionados ilegalmente” de Crimea y la ciudad de Sebastopol.
También cuenta con un listado de personas sancionadas por su apoyo a la agresión rusa, lo que supone la congelación de sus activos en la UE y la prohibición de viajar a territorio comunitario, así como medidas diplomáticas.