Investigadores de Check Point Software demostraron que ChatGPT puede utilizarse para generar malware, es decir, desarrollar e inyectar códigos maliciosos.
“Una de las cosas para las que es buena la IA es la automatización. Si los hackers pueden entrenar a un chatbot para crear así, seguirá aprendiendo, por lo que podría ser posible para los hackers poseer entonces una herramienta basada en el aprendizaje para hackear“, mencionaron los expertos.
Por otro lado, Investigadores de Recorded Future explicaron que la capacidad de ChatGPT para imitar el lenguaje humano lo convierte en una poderosa herramienta de phishing e ingeniería social. En el caso del chatbot se puede alertar la falta de errores gramaticales.
“En ausencia de tales indicadores, hay muchas más posibilidades de que los usuarios caigan presa de correos electrónicos de phishing redactados por chatbots e influyan en ellos para que envíen información personal identificable”, explicaron los expertos.