Este pasado 23 de febrero, las autoridades de Turquía, informaron que se elevaron a más de 43.500 el número de muertos a causa de los terremotos registrados en la frontera con Siria, país donde también han muerto alrededor de 4.000 personas.
Suleyman Soylu, Ministro del Interior Turco, señaló en las declaraciones concedidas a la cadena de televisión turca TRT, que hasta el momento se han confirmado 43.556 fallecidos, antes de agregar que el terremoto fue “uno de los más potentes del mundo”.
Asimismo, ha subrayado que por ahora se han registrado cerca de 8.000 réplicas del primer seísmo, que tuvo una magnitud de 7,4 en la escala abierta de Richter, al tiempo que ha indicado que entre el 75 y el 80 por ciento de los edificios en Kahramanmaras han sufrido daños.
Sin embargo, el número de víctimas del terremoto en Siria es mucho más difícil de calcular, especialmente en el noroeste del país, en manos de grupos rebeldes. Naciones Unidas estima que entre 4.000 y 4.400 personas habrían fallecido en la zona, según la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).