Este pasado 14 de marzo, Fuerzas Armadas Norteamericanas, denunciaron que un caza SU-27 de la Fuerza Aérea de Rusia, impactó con un vehículo aéreo no tripulado de Estados Unidos, sobre aguas internacionales en el mar Negro, lo que denominaron como una maniobra “poco segura y poco profesional”.
De esta manera, el mando de las fuerzas estadounidenses en Europa, confirmaron en un comunicado este incidente ocurrido a primera hora de la mañana.
Uno de los cazas rusos golpeó una de las hélices del dron, lo que llevó a las autoridades norteamericanas a derribarlo en el mar.
“Nuestra aeronave MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y golpeado por un avión ruso, lo que derivó en un impacto y en la pérdida completa del MQ-9”, explicó el comandante James B. Hecker.
Asimismo Hecker, instó a las fuerzas rusas a comportarse de manera “profesional y segura” en la zona, en la medida en que Estados Unidos y sus aliados “seguirán operando en el espacio aéreo internacional”.