Este pasado 26 de marzo, más de 600.000 personas salieron en la noche espontáneamente a las calles de las principales ciudades de Israel para protestar por la destitución de Yoav Gallant, Ministro de Defensa, defenestrado tras defender una suspensión de la tramitación de la polémica reforma judicial.
De esta manera, las manifestaciones se han reproducido desde Kiryat Shmona, en el norte, hasta Eliat, en el Sur, con especial repercusión en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa o Beersheva, informa la televisión Channel 12.
Por otro lado, en Jerusalén los manifestantes han comenzado a marchar desde la vivienda del primer ministro Benjamin Netanyahu, en la calle Gaza, hacia la Knesset o Parlamento israelí y la residencia oficial del primer ministro. La Policía han empleado cañones de agua contra los manifestantes concentrados ante la vivienda de Netanyahu.
Mientras, algunos medios citan fuentes del partido Likud de Netanyahu que aseguran que se están planteando “pausar” la tramitación de la reforma.
Por otro lado, el primer ministro Ehud Barak ha respondido a este planteamiento y ha asegurado que “pausar la reforma no parará las protestas (porque) hemos pasado el punto de no retorno”.
Sin embargo, ha advertido de que si los enemigos de Israel “intentan ponernos a prueba y nos provocan”, comprenderán que “los israelíes se unirán para enfrentarse a ellos”. “Lo que ha pasado esta noche no se olvidará. Destituir a un ministro de defensa que ha avisado de riesgos para la seguridad nacional…”.