Este 19 de mayo, el Gobierno de Rusia, añadió a otros 500 estadounidenses, incluido a Barack Obama, ex Presidente de EEUU, a su “lista negra” como medida en respuesta a la decisión de la Administración del país norteamericano de sancionar a cientos de empresas e individuos relacionados con el Kremlin.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Exteriores de Rusia, en esta nueva ronda de sanciones se incluyen “figuras significativas” de Estados Unidos, así como “líderes de varios niveles del Poder Ejecutivo”.
En concreto, la diplomacia rusa ha emitido un comunicado en el que recoge la prohibición de entrada al país para funcionarios encargados de “combatir la desinformación rusa”, senadores, congresistas y “empleados de centros analísticos involucrados en la difusión de actitudes y falsificaciones rusofóbicas”.
Con esta nueva ronda de sanciones, Rusia ha incluido ya a un total de 1.244 ciudadanos estadounidenses en su ‘lista negra’ en contraposición a las sucesivas sanciones impuestas por Washington desatadas tras la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero de 2022.