Es el primer probiótico utilizado en la medicina humana que dio origen a varios medicamentos efectivos para tratar la diarrea y fortalecer el sistema digestivo.
Esta cepa fue descubierta en tiempos de cólera. Ocurrió en Indochina en 1923. Henri Boulard, un microbiólogo francés, realizaba una expedición en esta zona del sureste asiático. Y grande fue su sorpresa al ver cómo los comunarios ocupaban un brebaje hecho con las cáscaras de frutos tropicales para aliviar con éxito problemas estomacales como la diarrea.
Desde ese descubrimiento a la fecha han pasado cien años. Saccharomyces boulardii es la primera levadura que demostró tener propiedades probióticas, ha sido el objeto de estudio en más de 100 ensayos clínicos e ingresó a Bolivia en 1993 con el nombre de Florestor de la mano de Droguería INTI, el primer laboratorio en ingresar probióticos al mercado local.
Fernando Álvarez, asesor científico de Droguería INTI, aseguró que, es relevante recordar este importante descubrimiento para la ciencia y la salud ya que, desde la década de los años 80 a la fecha, más de 450 millones de personas han sido tratadas en el mundo con la cepa de Saccharomyces boulardii y alrededor de 90 países, entre ellos Bolivia, lo utilizan para tratar problemas intestinales y todos los síntomas que conlleva.
Florestor, según Álvarez, viene en presentaciones de sobres y cápsulas y está indicado para niños y adultos para tratar enfermedades y dolencias como las diarrea aguda y crónica, diarreas bacterianas o virales, gastroenteritis, enterocolitis, colitis, diarrea inducida por antibióticos y disbiosis.