Este 5 de junio, las autoridades de Estados Unidos, confirmaron que no se han encontrado supervivientes en el lugar donde en la víspera se estrelló un avión que fue perseguido por aviones de combate tras sobrevolar cerca de Washington y no responder a llamadas de los militares.
De acuerdo con la Policía de Virginia, estado en el que finalmente colisionó la aeronave, los equipos de socorro llegaron al lugar de los hechos el domingo por la noche, unas cuatro horas después de que se confirmara el suceso.
Sin embargo, el Mando de Defensa Aeroespacial de Estados Unidos (NORAD), informó que dos cazas F-16 han perseguido a una avioneta en los alrededores de Washington después de que el piloto al mando de la aeronave no respondiera a los intentos de establecer contacto por parte del Ejército.
Asimismo, indicó que sus cazas estaban autorizados a viajar a velocidades supersónicas, por lo que los residentes en la región pudieron escuchar un estruendo sonoro. Los soldados también emplearon bengalas en un intento fallido por llamar la atención del piloto.
Tras varios intentos de la Fuerza Aérea estadounidense por contactar con la avioneta, modelo Cessna 560, esta finalmente se estrelló en las inmediaciones del Bosque Nacional George Washington, en Virginia, a unos 200 kilómetros de la capital estadounidense.