Cada 12 de junio, desde 2002, se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En 2023 —con el lema «Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil»— la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pretende seguir poniendo de manifiesto la gravísima situación de los niños que “trabajan”.
Sin embargo, pese a innumerables tratados, leyes, congresos, programas, movilizaciones y otros tantos eventos, bien sea a nivel internacional como de naciones, no se ha conseguido aún terminar con el del trabajo infantil. Concretamente, cerca de 63 millones de niñas y 97 millones de niños, según las últimas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF.
Según Virginia Pérez,responsable de Protección Infantil de Unicef Bolivia, “Hay muchas formas de trabajo infantil”. Explica que de Bolivia se exporta algo de cacao y café a otras zonas y muchos de esos productos “no tienen un mecanismo de control que pueda asegurar que los productos están libres de ese trabajo infantil”.
En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2023, «habría que interpelar a la sociedad civil para que se indigne y cuestione aquellas empresas que esclavizan a la infancia. Esto implicaría, también, exigir a los Estados y Gobiernos mecanismos de trazabilidad sobre la mano de obra; además de sistemas de inspección laboral que castiguen especialmente a los explotadores», demanda el coordinador del departamento de Estudios de Manos Unidas.