Salen a la luz correos electrónicos que Stockton Rush (piloto y fundador de la compañía creadora de la nave “Titan”) intercambió con un destacado experto en sumergibles y exploración de aguas profundas.
En éstos, se mencionan múltiples advertencias sobre la seguridad del sumergible que sufrió una implosión catastrófica, causando el fallecimiento de sus cinco tripulantes.
Rob McCallum, experto en sumergibles, indicó a Rush mediante estos correos, que estaba poniendo en riesgo a sus clientes y lo instó a dejar emplear el sumergible hasta que fuera clasificado por un organismo independiente, pues los vehículos submarinos pueden ser certificados por organizaciones como la Lloyd’s Register o la Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo.
Rush respondió: “Estoy bien calificado para comprender los riesgos y problemas asociados con la exploración submarina en un vehículo nuevo”, también mencionó que se encontraba cansado de que los actores de la industria “intenten evitar que los nuevos participantes ingresen a su pequeño mercado”.
El experto McCallum asegura, que nadie debió viajar en la nave ‘Titan’, debido a que diversos estándares de seguridad fueron pasados por alto.