La propietaria presuntamente ejercía sin contar con licencia ni condiciones para tratamientos faciales y corporales invasivos.
Pacientes de un salón estético de la ciudad de Tarija denunciaron haber sido víctimas de mala praxis y estafa en un negocio. Este salón funcionaba en la calle Colón y Avaroa. Sin embargo, este lunes 10 de julio las clientas se sorprendieron al ir en busca de la dueña de iniciales Z. P. y enterarse de que el spa fue cerrado.
La propietaria presuntamente ejercía sin contar con licencia ni condiciones para tratamientos faciales y corporales invasivos, como mini liposucción, cobrando montos excesivos, causando daños a la salud de estas mujeres y negándose a devolverles su dinero cuando reclamaban.
Según testimonios dados a El País, una víctima manifestó que en las sesiones no le aplicaban los productos que le ofreció la supuesta “doctora”. Cuando reclamaba no recibía respuestas y por eso le pidió cancelar el servicio, pero la dueña no quiso devolverle el dinero de las sesiones faltantes.
En el segundo caso, una clienta indicó que pagó 7.000 bolivianos por mini lipo, es decir extracción de grasa. Cuando fue a su primera consulta, la esteticista le dijo que se cobra 3.500 por zona y ella optó por las áreas del abdomen y la cintura. Sin embargo, semanas después no bajó de peso ni perdió el volumen.
Según ambas declaraciones, la dueña de este negocio es de nacionalidad brasileña y existe una larga lista de clientas afectadas. Asimismo, se conoció que la supuesta galena habría ido estafando en otros departamentos, a fin de esquivar los reclamos.
“Parece que esta mujer va de departamento en departamento estafando. De La Paz a Sucre, a Tarija, luego vuelve a Brasil y viene después de un tiempo a seguir así”, denunció la víctima.