A medida que se acerca la fecha de la segunda vuelta de las Elecciones Presidenciales en Guatemala, el ambiente en el país se ve marcado por la incertidumbre y la desconfianza.
Los candidatos socialdemócratas Bernardo Arévalo y Sandra Torres se enfrentan en una contienda electoral atípica, caracterizada por la crisis política e institucional que ha prevalecido desde la primera ronda. El intento de suspender al partido de Arévalo, Movimiento Semilla, por parte de la Fiscalía, ha aumentado la tensión y el temor entre la población guatemalteca.
Las elecciones en Guatemala han sido consideradas las más convulsas desde el retorno a la democracia en 1986. Los resultados de la primera vuelta, que sorprendieron al país al ubicar a Movimiento Semilla como un fuerte contendiente, han sido seguidos por una serie de eventos que han minado la confianza en el proceso electoral.
La orden de suspensión del partido de Arévalo, impulsada por la Fiscalía y respaldada por organismos internacionales como la OEA y la Unión Europea, ha suscitado preocupaciones sobre la integridad del proceso y la democracia en Guatemala.