Las estrictas leyes del reino prohíben el consumo de bebidas alcohólicas, y su infracción puede acarrear penas de latigazos, deportación, multas o cárcel. La primera tienda de bebidas alcohólicas abrirá próximamente sus puertas en Arabia Saudita, aunque solo podrán comprar en ellas diplomáticos extranjeros de religión no musulmana, informa Reuters remitiéndose a una fuente familiarizada con los planes.
La tienda estará situada en la capital del país, Riad, en un barrio donde se encuentran principalmente embajadas y residencias de diplomáticos, precisa la agencia. Aunque el consumo clandestino de alcohol siempre ha existido en el país (y los funcionarios extranjeros a menudo lo consiguen a través de valijas diplomáticas), la nueva tienda constituirá el primer punto de venta legal de bebidas alcohólicas en el reino.
Se espera que el establecimiento se inaugure en las próximas semanas, dijo la fuente a Reuters. Los clientes deberán registrarse a través de una aplicación móvil y recibir del Ministerio de Asuntos Exteriores un código de acceso especial; además, las compras estarán limitadas por una cuota mensual. El islam prohíbe a los creyentes beber alcohol, y en Arabia Saudita existen estrictas leyes que impiden su consumo. Los infractores se enfrentan a latigazos, deportación, multas o cárcel.