En un reciente operativo antinarcóticos denominado “Tormenta del Trópico III”, llevado a cabo en Villa Tunari, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusó al expresidente Evo Morales de haber abierto fuego contra efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y de atropellar a un policía, quien se encuentra hospitalizado en Santa Cruz. Según la versión oficial, Morales no se detuvo en un punto de control establecido en la carretera y aceleró su vehículo mientras disparaba hacia los agentes.
Del Castillo exigió que el ex Mandatario entregue el vehículo involucrado para someterlo a una prueba de microaspirado y cuestionó la tenencia de un arma por parte de Morales, afirmando: “Si no tiene nada que ocultar, le pedimos que entregue el vehículo”. Además, el ministro desafió al expresidente a demostrar con los videos difundidos la realización de los disparos, sugiriendo que intenta victimizarse al denunciar un supuesto atentado.
La acusación formal incluye cargos de tentativa de asesinato, y Del Castillo advirtió que “nadie lo va a salvar de este proceso”. Asimismo, instó a la justicia a no liberar a los detenidos durante los bloqueos, enfatizando que las acciones de Morales ponen en peligro la seguridad pública y la estabilidad del país.