Víctimas y organizaciones califican la condena como un paso fundamental para reparar el daño sufrido.
El Juzgado Cuarto de Sentencia Anticorrupción condenó a un año de prisión a los exprovinciales jesuitas Ramón Alaix y Marcos Recolons por encubrir los abusos sexuales cometidos por el padre Alfonso Pedrajas contra niños y adolescentes indígenas y estudiantes en Bolivia. La sentencia fue considerada histórica por víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos, que ven en este fallo un primer paso hacia la justicia tan esperada.
El caso Pedrajas, conocido como “Padre Pica”, generó conmoción nacional tras revelarse abusos sistemáticos contra comunidades aymaras, quechuas, guaraníes y estudiantes del internado Juan XXIII. Las víctimas denunciaron la manipulación y el encubrimiento institucional de la Compañía de Jesús durante años, y anunciaron que seguirán vigilando el proceso judicial para que más responsables sean juzgados.
La Comunidad Boliviana de Sobrevivientes confirmó que continuará con el seguimiento del proceso contra otros exprovinciales jesuitas imputados por casos similares, resaltando que aún existen miles de documentos y testimonios que podrían destapar más casos de encubrimiento dentro de órdenes religiosas en el país.
