Presidente Rodrigo Paz anunció la aprobación de un Decreto Supremo que elimina la subvención a los carburantes y establece nuevos precios que rigen de manera inmediata. La medida forma parte del plan de estabilización y reconstrucción de la economía nacional, informado en un mensaje al país desde Palacio de Gobierno.
Con el Decreto, la gasolina especial pasa a costar 6,96 bolivianos por litro, el diésel 9,80 bolivianos y la gasolina premium 11 bolivianos. También se ajustan los precios de los combustibles de aviación y derivados, mientras que el GLP mantiene su precio de 22,50 bolivianos por garrafa.

Para mitigar el impacto en los hogares, el mandatario anunció el incremento del salario mínimo nacional de 2.750 a 3.300 bolivianos, monto que se aplicará desde enero de 2026. Asimismo, la Renta Dignidad sube a 500 bolivianos mensuales y el bono Juancito Pinto aumenta a 300 bolivianos anuales.
El jefe de Estado aseguró que estas decisiones marcan el inicio de una nueva etapa económica orientada a la recuperación y sostenibilidad del país.