En menos de dos semanas, EE. UU. ha incautado o intentado confiscar al menos tres petroleros relacionados con el transporte de crudo.
Estados Unidos reforzó la vigilancia en el Caribe tras la persecución del Bella 1, un buque panameño vinculado al transporte de crudo venezolano, en el marco de su estrategia para frenar el comercio de petróleo que, según Washington, financia al gobierno de Nicolás Maduro. En menos de dos semanas, EE.UU. ha incautado o intentado confiscar tres petroleros: Skipper, Centuries y Bella 1.
El Bella 1, sancionado por el Departamento del Tesoro por presuntos vínculos con Irán, operaba con bandera falsa y se dirigía a aguas venezolanas para cargar crudo. Anteriormente, la Guardia Costera estadounidense incautó el Centuries y el Skipper, considerados parte de la “flota fantasma” venezolana que abastece a países sancionados.
Caracas calificó las operaciones como “piratería naval”, mientras Washington asegura que buscan frenar financiamiento ilícito y narcotráfico. Analistas advierten que las incautaciones podrían aumentar la tensión en el Caribe y reducir los ingresos petroleros de Venezuela. La Guardia Costera mantiene la persecución del Bella 1, mostrando que la ofensiva marítima continúa.
