La central obrera afirma que no recibe sueldos del Estado y rechaza las críticas oficiales.
El Gobierno cuestionó a la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) por los elevados salarios que perciben algunos de sus representantes, en medio de las movilizaciones contra el Decreto Supremo 5503. Los ministros Óscar Mario Justiniano y Néstor Espinoza señalaron que no está en duda el rol histórico de la COB, sino la actuación de sus dirigentes, a quienes acusan de impulsar protestas con fines políticos y de no transparentar sus ingresos.
Asimismo, Mario Argollo, Secretario Ejecutivo de la COB, evitó revelar su salario y afirmó que no recibe pagos del Estado, sino de la Empresa Minera Huanuni, donde se encuentra en comisión sindical. El Gobierno respondió que Huanuni es una empresa pública bajo tuición de la Comibol, por lo que sus recursos forman parte del Estado, y emplazó a los dirigentes a rendir cuentas ante sus bases.
Las movilizaciones de sectores afiliados a la COB cumplen ocho días consecutivos en la ciudad de La Paz, con marchas que incluyen el uso de explosivos y generan rechazo ciudadano por los perjuicios al tránsito y a las actividades diarias. Mientras los dirigentes aseguran tener respaldo, el Ejecutivo insiste en que los trabajadores de base deben exigir transparencia y responsabilidad a su dirigencia.
