El fútbol boliviano cumple 27 años del momento histórico y glorioso en el que se firmó una fecha inolvidable para todos los bolivianos, esa fue, la clasificación al mundial de Estados Unidos 94’.
La tarde de ese 19 de septiembre de 1993, Bolivia jugaba en Guayaquil frente al seleccionado ecuatoriano uno de los partidos más importantes de la etapa clasificatoria.
El objetivo, intentar conseguir una victoria o por lo menos un empate, ya que, la verde solo necesitaba un punto para lograr el objetivo anhelado.
PREVIA
Bolivia llegaba al estadio Monumental Isidro Romero. Al interior del bus del seleccionado verde se escuchaba un ritmo típico de nuestro yungas paceño, la muy conocida saya afroboliviana, que era bien recomendada de un jugador conocedor de la saya, como lo era Ramiro Castillo, más conocido como el chocolatín Castillo, ‘’Mi samba mi negra’’ del reconocido grupo los Kjarkas, con ese ritmo agradable, se cumplía una cábala del plantel, cada vez que se jugaba un partido de eliminatorias.
Y este, no era un partido cualquiera, sino, uno o el más importante de la historia del fútbol boliviano. Bolivia formaba con Trucco, Soruco, Sandy, Quinteros, Rivero, Cristaldo, Borja, Baldivieso, Melgar, Sánchez y Ramallo. Marco Etcheverry no sería parte del equipo titular por una lesión que lo dejaba en el banco de suplentes.
JUEGO
El partido era equilibrado en los primeros minutos, con cierta supremacía del conjunto local, pero sin influir en el resultado.
Antes de culminar la primera etapa, para ser más precisos, a los 46 minutos del primer tiempo Óscar Sánchez recupera un balón en el medio sector de la cancha y con gran dominio se proyecta hacia el arco rival, intentando anotar con un remate de larga distancia, algo muy particular en este jugador, el remate impacta en la defensa rival, el esférico quedaría boyando en el área, Ramallo como todo un cazador del área, recupera el balón y con pierna izquierda logra impactar el esférico superando al portero Espinoza logrando así el gol ansiado, que en ese momento le otorgaba la clasificación. Con ese resultado culminaría la primera etapa.
El segundo tiempo, el seleccionado ecuatoriano, como era de esperar, se fue con todo intentando cambiar el marcador, que al final lograría, por medio de Noriega que anotaría el empate a los 38 minutos del complemento.
De ahí en más quedarían siete minutos, siete minutos de infarto para toda Bolivia, que ya esperaba la terminación del cotejo.
La defensa boliviana tenía que hacer todo lo posible para mantener el empate, el cuadro amarillo se iba con gran ímpetu para lograr la victoria.
Sin embargo, no contarían con la espectacular actuación de nuestro gran portero nacional, que tiene nombre apellido, Carlos Leonel Truco, que se vestiría de héroe salvando notables situaciones de gol y manteniendo el empate, hasta la finalización del partido.
Celebración
Sonó el pitazo final y se desató la euforia de todo un país. La gente llenó las calles del centro paceño totalmente orgullosos por la hazaña conseguida.
Felices y contentos realizaban diferentes cánticos, para celebrar el hecho histórico, se escuchaba sonidos de todo estilo, bocinas, pitos, vivas a nuestro país acompañada de banderas, mistura, cornetas.
En todo el país retumbaba el ‘’BO, BO, BO-LI, LI, LI-VIA, VIA, VIA. VIVA BOLIVIA.
Los bolivianos no se cambiaban por nada en el mundo, todo artefacto que identifique los colores del país, sea cual fuere, desde una camiseta de la selección hasta unos simples bolígrafos se comercializaba como ‘pan caliente’’ eso sí, cualquier artefacto que se ofrecía debía tener los colores rojo, amarillo y verde.
Dato
Bolivia se clasificaba por primera vez en toda la historia por méritos propios a un mundial de fútbol. Bolivia ya había participado de dos mundiales anteriores 1930, 1950, es más, participó en el primer mundial organizado por la FIFA, pero en esas dos ocasiones, lo hizo en calidad de invitado.