Migración de Oruro reportó que alrededor de 2.500 ciudadanos venezolanos abandonaron el territorio boliviano hacia Chile por la falta de trabajo y el temor a nuevos conflictos sociales utilizando pasos fronterizos ilegales por el municipio de Pisiga.
“Debemos aclarar que por la pandemia las fronteras terrestres continúan cerradas, entonces, las familias de venezolanos evitan registrar su flujo migratorio. Lo que hacen es irse a Chile por pasos irregulares (…). Todo el mes de octubre, por día, se tenía que eran unas 70 personas que salían del país (…); en noviembre bajó a unos 20 por día”, informó a Página Siete Digital la directora de Migración Oruro, Shirley Jiménez.
Las autoridades no tienen los argumentos legales para mantener la permanencia de venezolanos en el país y ante cierre de fronteras estas personas deciden burlar los controles fronterizos buscando refugio en Chile donde cuentan con familiares.
Los extranjeros abandonan el país por la falta de trabajo. Ante la imposibilidad de detenerlos, las autoridades se limitan a verificar que los niños viajen con sus padres.
Publicado por Página Siete en Viernes, 20 de noviembre de 2020
Jiménez señaló que lo único que pueden hacer es verificar que los niños sean hijos de sus padres mediante la verificación de sus documentos para evitar así la trata y tráfico de personas.