En Estados Unidos, astrónomos y físicos realizaron simulaciones numéricas que exploran lo que sucedería con los planetas exteriores después de que el Sol consuma los planetas interiores.
Los astrónomos Jon Zink de la Universidad de California, Konstantin Batygin de Caltech y Fred Adams de la Universidad de Míchigan interpretan en su nuevo artículo un escenario utilizando una serie de simulaciones numéricas.
Dichas simulaciones exploran lo que sucedería con nuestros planetas exteriores después de que el Sol consuma los planetas interiores, pierda la mitad de su masa y comience su nueva vida como una enana blanca.
El equipo muestra cómo los planetas gigantes migrarán hacia afuera en respuesta a la pérdida de masa del Sol, formando una configuración estable en la que Júpiter orbitará cinco veces por cada dos órbitas de Saturno.
Pero nuestro Sistema Solar no existe de forma aislada: hay otras estrellas en la galaxia, y una pasa cerca de nosotros aproximadamente cada 20 millones de años. Zink y sus colaboradores incluyen los efectos de estas otras estrellas en sus simulaciones.
Demuestran que dentro de unos 30 mil millones de años, los sobrevuelos estelares habrán perturbado los planetas exteriores lo suficiente como para que la configuración estable se vuelva caótica, lanzando rápidamente a la mayoría de los planetas gigantes fuera del Sistema Solar.
De esta manera, dentro de 100 mil millones de años, incluso este último planeta restante también será desestabilizado por sobrevuelos estelares y expulsado del Sistema Solar.
Después de su desalojo, los planetas gigantes deambularán independientemente por la galaxia, uniéndose a la población de planetas que flotan libremente sin estrellas anfitrionas.