El debate de un proyecto de ley que busca transformar a la vacuna contra el COVID-19 en una medida obligatoria para frenar el incremento de casos en Chile, ha generado distintas reacciones en el país trasandino.
En el Congreso chileno, al igual que en el colectivo ciudadano, existen voces en contra y a favor de la obligatoriedad de la aplicación de la vacuna contra el coronavirus, lo que ha llevado a plantear la siguiente pregunta: ¿Debería ser la vacuna contra el COVID-19 obligatoria?
En entrevista con CNN, el diputado del Partido Demócrata Cristiano, Gabriel Silver, justificaba la necesidad de trabajar en este proyecto de ley mencionando que se trata de un acto responsable de autocuidado con uno mismo, tomando en cuenta la aparición de nuevas cepas.
“Al ser una enfermedad infectocontagiosa el hecho de que yo no me vacuno también genera un afecto respecto de la sociedad y la utilidad o no de las vacunas”, indicó el diputado Silver, al recordar informes de expertos internacionales que hablan de la inmunidad de rebaño y la importancia de tener una alta tasa de vacunación en Chile y el mundo para dejar atrás esta pandemia.
Entre tanto el diputado de Renovación Nacional, Jorge Durán, no ve que exista una necesidad real para que mediante una ley se obligue a la población chilena a vacunarse cuando se ha visto una gran aceptación de la ciudadanía a la llegada de las vacunas contra el Coronavirus.
Señaló que incluso el presidente Sebastián Piñera, con un decreto, puede hacer que la medida sea obligatoria siempre y cuando se observe que la ciudadanía este reticente a vacunarse, situación que, afirma, no se ha presentado en Chile por lo que la obligatoriedad es innecesaria.
Además, recordó que según lo planificado y de acuerdo al protocolo se está cubriendo la vacunación de los sectores de alto riesgo de contagio, entre ellos personal de salud, funcionarios públicos y personas de la tercera edad.
Actualmente, Chile ha reportado 641 mil 923 casos positivos de Coronavirus y 17 mil 66 decesos, según el informe proporcionado por la universidad John Hopkins.