Son al menos tres casos impunes de violencia contra la mujer los que generan preocupación en las víctimas.
Uno de los últimos casos es el de Jhasmani Torrico quién fue puesto en detención domiciliaria en una audiencia de apelación presidida por la Jueza Salomé Guzmán, a pesar de que Torrico tiene una sentencia de seis años y seis meses por los delitos de secuestro y lesiones en el “caso mecánico”.
Otro de los casos con más repercusión es el de Omar Alejandro, quien fue sentenciado a 30 años de cárcel por el delito de feminicidio; sin embargo salió de prisión con medidas sustitutivas a la detención por decisión de la vocal de la Sala Penal 1 en una audiencia de apelación, la familia del acusado pagó la fianza de 100 mil bolivianos y Ordoñez dejó la cárcel.
En tanto el abogado de la familia de la víctima lamentó la decisión tomada por las autoridades e indicó que presentaron un recurso de amparo mientras quedan en la espera que se fije la audiencia donde pedirán que Ordoñez regrese al penal.